20 de marzo de 2009_19:16

20 de marzo de 2009_19:16

Hijo, madre e hija que vuelven del colegio.

A finales de marzo comencé a hacer fotos "heterodoxas", con cámara de verdad, no con telefonillo: quemadas, movidas (sin llegar a ser barridos) y desenfocadas. Mi idea era intentar obtener con toma directa algo parecido a lo que se obtiene aplicando uno de esos filtros de Photoshop que convierten una foto en un dibujo o una acuarela. El único tratamiento que pensaba aplicar era la restauración habitual de color, contraste, etc., y la máscara de enfoque para acentuar las formas y generar grano.

Como me paso muchas horas en mi despacho sentado ante la pantalla del ordenador, a veces me levanto para estirar las piernas y miro por las ventanas para descansar la vista; y ¿qué he acabado haciendo?: fotos de la gente que pasa. Tengo muchas de este estilo. Ya veré que hago con ellas. Esta es una de las primeras. Recorté el original por la izquierda para equilibrar la composición. Por aquel entonces descubrí la herramienta Healing Brush (ya era hora) y retoqué con ella los bordes, para jugar un poco.

El problema que observé: unificar los resultados. Algunas parecían un dibujo puntillista; otras, un dibujo de trazos longitudinales; otras se acercaban más a lo pictórico. Por eso dejé de hacerlas así, pero a partir de ahí he derivado en otros experimentos, que ya os mostraré.