El desagüe.
Esta mujer era la conserje del Ayuntamiento de Sigüenza, Guadalajara. Empezó a caer una tormenta impresionante, y el centro del patio interior comenzó a inundarse porque el desagüe se había colapsado por le granizo.
La buena mujer se remangó los patalones, cogió un paraguas diminuto y se lanzó a buscar el desagüe para desatascarlo.
Al final lo consiguió, pero acabó empapada.
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