AMABAN LA MONTAÑA

AMABAN LA MONTAÑA

Este es el Puigmal, una montaña de 2.910 metros y de volúmenes colosales que, con toda probabilidad, constituye una de las rutas más clásicas y frecuentadas de los Pirineos Orientales. La ascensión no presenta dificultad técnica alguna, si bien es algo exigente físicamente. O bastante según el lugar en el que se inicie la caminata. El pasado sábado murieron aquí, por congelación, dos hermanas de 43 y 40 años y otros tres compañeros de expedición resultaron heridos. A una mañana soleada siguió, a mediodía, un brusco cambio de tiempo, con una bajada espectacular del mercurio, nevada intensa, fuertes ráfagas de viento y visibilidad nula. Los excursionistas hicieron cima pero erraron el camino de vuelta, con las trágicas consecuencias comentadas.

Se dice -como casi siempre en estos casos- que las fallecidas no llevaban ropa adecuada para soportar una sensación térmica superior a los 20 grados bajo cero. No obstante, Nuria y Marta –cuya estirpe es originaria del pirineo oscense- eran amantes de la montaña y conocían el Puigmal muy bien. Tanto que, si bien residentes en Barcelona, disponían de residencia en Ribes de Freser, a los pies del coloso. A veces la montaña se empeña en llevarse a quienes más la aman.

Las tres fotografías están tomadas en ascensiones diferentes. La pequeña de la izquierda en una vista de la cima y la de la derecha una panorámica tomada desde la cumbre.