CALDERA DE TABURIENTE (LA PALMA). Dedicada A LA MEMORIA DE TANAUSÚ

CALDERA DE TABURIENTE (LA PALMA). Dedicada A LA MEMORIA DE TANAUSÚ

Uno de los sitios más abruptos de Canarias es La Caldera de Taburiente, en la isla de La Palma. Los antiguos isleños le pusieron por nombre Aceró, que significa precisamente ‘fortaleza natural’, por esa forma de olla rodeada de paredes rocosas.
Estas condiciones permitieron a su gente resistir durante más tiempo la invasión de los castellanos, siendo así que fue el último territorio conquistado de aquella isla.
El mismo coraje mostró Atanausú (rey benahorita del cantón de Aceró) contra los castellanos, utilizando su aventajado conocimiento del terreno para repeler la invasión de las tropas extranjeras.

Después de comprobar que no obtendría la victoria luchando en un terreno tan agreste, el capitán castellano, Alonso Fernández de Lugo, decidió tender una emboscada a Atanausú. Para ello, concertó una entrevista de paz en un lugar más favorable a sus propósitos, al que acudió el jefe palmero confiado en la palabra del conquistador (pues el respeto de la palabra dada era entre los isleños un signo de grandeza). Pero Fernández de Lugo no hizo honor a su compromiso y atacó por sorpresa en cuanto avistó a los palmeros, para evitar que pudieran replegarse de nuevo hacia la fortaleza de Aceró.

Tras una dura escaramuza, Atanausú fue capturado. Así terminaba la conquista europea de la isla de La Palma.
Con la comunicación de esta victoria a los Reyes Católicos, Fernández de Lugo envió varios esclavos a la corte hispana. Entre ellos se encontraba Atanausú que, durante el viaje, prefirió dejarse morir antes que aceptar la esclavitud.


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