EL CABALLLERO DE PARIS

EL CABALLLERO DE PARIS

Frente al Convento de San Francisco – hoy sala de conciertos y museo - está la estatua del llamado “Caballero de París”. Representa, en tamaño natural, a un hombre de estatura mediana, enjuto, con melena y barba largas; bajo el brazo lleva papeles enrollados y , con la mano sujeta una bolsa y cubiertos que constituyen su pequeño ajuar; viste traje, corbata y una capa. Camina a paso largo. El conjunto sugiere cierta nobleza.
El personaje existió: Se llamaba José María López Lledín, fue un vagabundo que recorría la ciudad de La Habana en los años 50 del siglo pasado. Su biografía cuenta que llegó a Cuba con 12 años de edad; que trabajó en muchos empleos distintos: mozo en una bodega, ayudante de un sastre, en una tienda de libros, camarero en algunos de los mejores hoteles de La Habana; que estudiaba y refinaba sus modales para mejorar de trabajo.
A la edad de 21 años fue encarcelado por delito y tiempo que nadie sabe precisar. Se dice que esto motivó un trastorno mental (diagnosticado de parafrenia) que se manifestaba en ideas de grandeza – mosquetero, corsario, caballero, rey del mundo - y lo llevó a su peculiar forma de vida.
Fue muy popular y querido en la ciudad. Fue pintado, esculpido y cantado. El que fue su psiquiatra ha escrito un libro sobre él.
Falleció, a los 86 años, en un manicomio de La Habana. Enterrado en el cementerio de Santiago de las Vegas, fue posteriormente exhumado y trasladado al convento de San Francisco donde descansa.
Su biografía precisa que nació a las 11 h AM el 30 de diciembre de 1899 en la aldea de Vilaseca, ayuntamiento de Fonsagrada en la provincia de Lugo (España).