Haydee
Abuela, tu que haz estado a mi lado desde una pequeña de cuarenta días, aquella que ha guardado con fervor mis primeros dibujos del colegio, tú que haz cocinado por años y años mis platillos favoritos, que has acudido a mi llamado de media noche donde pedía que me cubrieras con una manta el frío que se colaba desde una ventana, que ha esperado en vela mis noches de fiesta, que ha apoyado mis momentos de ofuscación ante tareas escolares y exámenes de fin de curso, quien ha preparado mis desayunos cuando partía a mis días de trabajo, que ha escuchado mis llantos durante la noche en momentos de confusión, que ha escuchado sobre planes y sueños, que día a día reza por mi bienestar y alienta mis pasos en la lejanía, a ti querida viejita dedico cada momento de mi vida dando pasos firmes buscando la felicidad y el triunfo en la vida como tanto lo esperas y deseas. A ti que te debo
tanto. Soy y seré lo que siempre me haz enseñado.
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