La siesta ante todo
Nada tan placentero que una buena siesta, aun a costa de desatender las obligaciones propias de cada oficio, lo que hizo este vendedor ambulante: olvidándose del contenido de su manta optó por utilizar la caja en la que transporta la mercancía para dormir o soñar con un mundo mejor. La imagen está tomada en el ferial de As San Lucas, en Mondoñedo (Lugo), pero podría ser cualquier otro el escenario.
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