Mano enguantada que adiestra y alimenta

Mano enguantada que adiestra y alimenta

Le quito la caperuza, le suelto las pihuelas, lo acaricio varias veces y desplazo mi mano en un movimiento brusco para facilitar su vuelo...al poco está en mi vertical y muy alto. Caminamos mi braco alemán y yo por la mancha de jaras, romeros y jaguarzos y salpicada de chaparros y pinos. Al pronto el harris se posa en la copa de un pino que domina una ladera...no pierde ojo al perro...lo conoce bien. El braco caza haciendo lazos mientras avanza por la ladera...el harris cambia de posadero para no alejarse demasiado. De repente el braco se queda totalmente inmóvil con su pata derecha levantada y el hocico al aire...a una voz mía entra bruscamente en unas jaras muy tupidas, de donde sale como una exhalación un conejo que corre en zig.zag...el harris levantó su vuelo siguiendo la conejo...hizo algunos quiebros en el aire hasta que cuando está justo en la vertical del conejo hizo un picado rapidismo...fue u visto y no visto. Al momento sentí el chillido del conejo y el ruido del aleteo del harris sobre las ramas y el suelo en su pelea con el conejo. LLegué junto a ellos, sujeté a mi ave, y fuí engañándola con la gorga hasta conseguir quitarle el conejo de sus garras y esconderlo en el zurrón. El picoteaba la gorga, mientras jadeba....el braco se movía nervioso meneando su cola esperando mi caricia...yo henchí mis pulmones y gozaba con el momento vivido.
No soy cetrero...pero he cazado con águilas, halcones y harris.

Foto propuesta por Adele Oliver