MOGROVEJO

MOGROVEJO

Situada en un alto, con fantásticas vistas al valle y los Picos de Europa se encuentra Mogrovejo, una de las aldeas lebaniegas más típicas, ape- nas alterada por el paso del tiempo.

Mogrovejo es uno de los pueblos más bellos y mejor conservados de Liéba- na, motivos por lo que ha sido decla- rado conjunto histórico rural. Sobre el caserío sobresale ya en ruinas la torre almenada de Pedro Ruiz de Mogrovejo, de finales del siglo XIII.

El linaje de los Mogrovejo es uno de los más antiguos e ilustres de toda Cantabria. Tenía su solar en la torre de que preside el pueblo. Las armas de Mogrovejo son un castillo de dos cuerpos sobre tres gradas, con un león empinante a la izquierda y sobre él, tres flores de lis.

El primer descendiente del que se tiene cons- tancia es don Pedro Ruiz de Mogrovejo. A sus hijos les fue concedido por parte del rey don Sancho, el monasterio de San Martín de Mogrovejo en el año 1284.

En 1395 entroncaron con la familia Lasso de la Vega ( sus armas eran campo sin labrar, bordura y lema "Ave María Gratia Plena" ) y desde entonces las armas de ambos van unidas.

A lo largo de nuestra visita, po- dremos admirar por todo el pueblo bellas casonas nobles, algunas de ellas escudadas, testigos de un ilustre pasado.

Las armas de Mogrovejo se repiten en distintos rincones del pueblo unidas a las de otros apellidos como Terán o Alonso.

A la entrada del pueblo destaca la llamada "casa de Celis", con un escudo muy antiguo, sin timbre ni adornos, de estilo gótico y muy sencillo, que se corresponde con las armas de Linares, que apare- cen en una capilla en la iglesia.

Sobre los escudos de la familia de Linares aparece un lema que dice así: "Linares lindeza fue, en bondad hidalguía, más la rueda no le fue favorable en esta vida".

Poco después de la entrada al pueblo está la llamada "casa de la Guerra" que ostenta un magnífico escudo con las armas de Mogrovejo, Alonso, Lasso de la Vega y Terán y Mier.

El resto de las casas del pueblo son una bella muestra de arquitectura popular excepcionalmente conservada, con las casas de piedra formando un intrincado caserío a los pies de la torre. Todo ello enclavado con el incomparable marco de los Picos de Europa como telón de fondo. De hecho, Mogrovejo es una de las pocas poblaciones que se encuentra dentro de los límites del Parque Nacional de los Picos de Europa.

Para concluir el recorrido por Mogrovejo, encaminamos nuestros pasos hasta la iglesia parroquial de la Asunción. Se trata de una construcción rústica y popular del siglo XVII y cuenta con un notable retablo salomónico del siglo XVIII, con imagen de Santo Toribio en el ático.

También hay un cuadro de Santo Toribio de Mogrovejo, descendiente de la familia del lugar, evangelizador en Perú, y que llegó a ser arzobis- po de Lima en los años finales del siglo XVI. Su- yo fue el primer catecismo castellano en América.

Por último y como elemento más interesante, hay una preciosa talla flamenca de la Virgen de la Dolorosa, del siglo XV, una de las imágenes de la Virgen más excelentes en la imaginería religiosa de Cantabria.