PUERTA DE ALCALA

PUERTA DE ALCALA

La Puerta de Alcalá fue mandada construir por el rey de España Carlos III, con el fin de sustituir a otra que había anteriormente en estado ruinoso, formada por dos torrecillas. En esos años, el rey vivía muy cerca, en el palacio del Buen Retiro. El ingeniero arquitecto que la construyó fue Sabatini.

La obra se inauguró en 1778, no como monumento, sino como auténtica puerta, en sustitución de la otra nombrada anteriormente. A un lado y a otro seguía existiendo la cerca que protegía la ciudad por el este y que seguiría en pie hasta 1869, año en que se remodeló la actual plaza llamada Plaza de la Independencia.

Está inspirado en los Arcos de Triunfo romanos, pero la Puerta de Alcalá es más alargada. Consta de 5 vanos, 3 con arco de medio punto de igual altura y 2 con arco adintelado más bajos en los laterales. En cada uno de los vanos había una reja (verdadera puerta), que se cerraban todos los días al atardecer. En el centro, en el ático, hay una lápida que dice en latín: Carlos III. Año 1778. Un poco más arriba puede verse el escudo de armas sostenido por la Fama y un genio. En ella se observa la integración de diferentes materiales, granito gris berroqueño en la estructura del monumento, y piedra caliza de Colmenar blanca en los elementos decorativos. En el entablamento se apoyan esculturas de Roberto Michel y Francisco Gutiérrez.