Los pineros I

Los pineros I

Antes del amanecer decenas de hombres con un hatillo en la mano salían de La Zubia y por los Llanos de Satajarras subían andando hasta el cortijo del Hervidero, donde los esperaban los capataces que los contrataban para plantar pinos en la sierra. Eran los pineros, hombres que mitigaban el hambre de la posguerra sembrando plantones ocho horas diarias por un jornal que oscilaba entre una peseta y tres reales.
Cuando cumplió catorce años mi amigo Carrete se enroló como aguador de los pineros por un real al día. Me contaba que al volver por la tarde, María la Turra, una vieja puta de la vega se apostaba en el camino y les gritaba a los hombres:
- ¿Queréis algo?
- ¿Qué vende esa mujer? -le preguntó Carrete a un pinero.
- ¡Lo que te importará a ti eso! -le contestó.
Eran los años de la posguerra, los llamados años del hambre, aunque Carrete decía que no había hambre, que lo que había eran muchas ganas de comer…